Resp. (a) 14.0 mF; (b) 1.14 mF.
Resp. (a) 24.0 mC, (b) 4.0 mF.
Resp. (a) En paralelo los capacitores de 5.0 mF, (b) 10/3 mF, 7.5 mF, y 5/3 mF.
Resp. (a) 2.57 V; (b) 13.9 mF.
Un equipo de físicos ha sentado las bases teóricas para la fabricación de una alfombra voladora a partir del estudio de los movimientos aerodinámicos de una lámina flexible y ondulante inmersa en un fluido y situada cerca de una pared rígida. De manera similar a como nada un pez raya en el fondo del mar, la lámina podía mantenerse, sometida a ciertas condiciones, separada de dicha pared, y moverse gracias a una serie de ondas. Sin embargo, para que una alfombra de gran tamaño llegara a flotar y moverse en el aire, se necesitarían motores de gran potencia que generaran unas ondas relativas a su tamaño. Este es el principal obstáculo para que la alfombra voladora deje de ser un mito y se convierta en realidad, señalan los científicos. Por Yaiza Martínez de Tendencias Científicas.
14 Ene 2008, 20:24 | Fuente: TENDENCIAS CIENTÍFICAS
Un equipo de científicos franceses y norteamericanos ha ideado una propuesta para la fabricación de una alfombra voladora basada en las leyes de la física, según explican en la prestigiosa revista Physical Review Letters en su edición del pasado noviembre.
Lakshminarayanan Mahadevan, de
Alfombra diminuta
El invento funcionaría de la misma forma que nada una raya marina en el agua explica en su blog el escritor especializado en ciencia Philip Ball. Estos peces son cartilaginosos y se distinguen por la forma aplanada del cuerpo, en el que las aletas pectorales se unen al tronco formando una especie de disco.
La revista Futura-Science señala que los investigadores tomaron la idea de la alfombra voladora de la observación de la estructura de las hojas de los vegetales y de la manera en que el viento hace ondear las banderas. Su estudio ha demostrado cómo unas fuerzas aerodinámicas que fluyan alrededor de una estructura de dos dimensiones, en movimiento en un fluido, serían suficientes como para hacer ondular dicha estructura.
Los cálculos realizados por los físicos, que también son matemáticos, les han permitido presentar una serie de cifras: para flotar en el aire, la alfombra debería ser de diez centímetros de largo y
El problema real, más allá de la teoría: que para que una alfombra más grande pudiera volar se requeriría un motor tan potente para la producción de las ondulaciones necesarias que los científicos aseguran que no es factible.
Ondas y presión
Aún así, la clave del funcionamiento radicaría en la creación de un levantamiento similar al de las ondas en una posición opuesta a un fluido. Si la alfombra está cerca de una superficie horizontal, como si fuera una hoja situada sobre el suelo, entonces los movimientos ondulantes pueden generar una gran presión en la separación entre la alfombra y el suelo.
Al propagarse las ondas a través de dicha separación, a lo largo de la hoja o de la alfombra, se generaría un fluido que produciría la presión necesaria para elevarlas, equilibrando su peso.
Pero al tiempo que la levantan, las ondas podrían hacer que la alfombra se moviese. Esto se conseguiría si las ondas se propagaran a partir de un margen determinado, lo que ocasionaría que la superficie basculara suavemente en primer lugar, para después moverse en una dirección, hacia el lado que se encuentre ligeramente más alto.
El fluido sería entonces impulsado desde un extremo al otro, permitiendo que la alfombra avance, de la misma manera que una raya, explican los científicos.
Más fácil bajo el agua
Para generar un "empujón" fuerte y, por tanto, una gran velocidad, la alfombra debería ser sometida a potentes ondas, relativas a su tamaño. Como sucede con cualquier medio de transporte, a mayor velocidad se producirían más sacudidas que a menor velocidad, por lo que, para que el viaje fuera "suave" los científicos afirman que deberían generarse una gran cantidad de ondas pequeñas. Aún así, el viaje sería más lento que con grandes ondas.
A pesar de todas estas consideraciones, la demostración no ha pasado aún de ser más que una teoría. Al menos en el aire. Por el contrario, bajo el agua, las condiciones serían distintas debido a que la densidad del fluido es miles de veces mayor que la del aire, lo que haría posible la aplicación de este principio. De hecho, así es como nadan numerosas especies acuáticas que se desplazan haciendo ondular la superficie flexible de sus cuerpos.
También han sido demostrados los movimientos ondulantes espontáneos en polímeros suspendidos en fluidos, que se encogen o inflan en respuesta a señales externas.
Un equipo de científicos de
Por otro lado, en 2005 los autores de la propuesta de alfombra voladora ya habían publicado en PNAS un artículo en el que ya destacaban que sobre una superficie ondulante en un fluido, aparecen espontáneamente las fuerzas aerodinámicas, que es la base de su nueva iniciativa.
CI | NOTA |
18976205 | 12 |
18344604 | 12 |
17985614 | 5,5 |
17576323 | 5,5 |
18852823 | 2 |
16849583 | 2 |
17703016 | 10,5 |
18246285 | 10,5 |
17959699 | 4,5 |
17000650 | 4,5 |
18646065 | 7,5 |
19472871 | 7,5 |
18219662 | 8 |
19132834 | 8 |
17366081 | 8 |
18083090 | 7 |
18108399 | 7 |
17348983 | 4,5 |
19132727 | 4,5 |
18544151 | 8 |
18173625 | 8 |
19131783 | 8 |
17856073 | 8 |
18884260 | 3 |
18975268 | 3 |
18327895 | 3,5 |
17969667 | 3,5 |
El viento solar, que afecta a
09 Dic 2007, 12:04 | Fuente: REUTERS
Los mecanismos que provocan el viento solar han desconcertado a los expertos durante décadas, pero fueron revelados por las observaciones de un satélite japonés llamado Hinode que orbita
"Lo magnífico sobre el éxito del Hinode es que es una visión sin precedentes de la dinámica del sol", señaló Jonathan Cirtain, un físico solar del Centro de Vuelos Espaciales Marshall de
El estudio fue realizado por científicos japoneses, europeos y estadounidenses.
El viento solar es un flujo de gas de carga eléctrica, principalmente hidrógeno, expulsado desde el sol en todas direcciones a una velocidad cercana a 1,6 millones de kilómetros por hora.
A su paso, azotan las atmósferas de los planetas. En
Lo que impulsa el viento solar son las llamadas ondas Alfven, fuertes olas magnéticas, que atraviesan el plasma de la atmósfera del sol, o corona, transfiriendo energía desde la superficie de la estrella hacia el viento solar, dijeron los investigadores.
Las ondas reciben el nombre del físico sueco Hannes Alfven, quien predijo su existencia y ganó el premio Nobel de física en 1970. El murió en 1995.
Hinode (que en japonés significa "amanecer") mostró que los dos mecanismos parecen dar energía al viento solar, dijo Cirtain.
El primero involucra a la forma en que el campo magnético del sol sufre rápidos cambios en su forma, señalaron los investigadores. Mientras el campo magnético cambia de forma, genera las ondas Alfven que aceleran a los gases cargados y los lanzan al espacio, indicaron.
Otro mecanismo que da fuerza al viento solar involucra a la cromosfera del sol, la región entre la superficie solar y su corona. Imágenes del Telescopio Solar Optico del Hinode muestran que la cromosfera está llena de ondas Alfven, que cuando se filtran a la corona son lo suficientemente fuertes como para lanzar un viento solar.
"Hasta ahora, había sido imposible observar las ondas Alfven debido a la limitada resolución de los instrumentos disponibles", declaró Alexei Pevtsov, científico del programa Hinode en
La existencia del viento solar fue elevada a teoría por primera vez hace medio siglo y fue confirmada en la década de 1970.